Si
permitiéramos que las minorías, todas ellas sumadas, fueran la opción de poder,
el poder lo perderían quienes escondidos, disfrazados e incluso Jueces manejen
hoy en dia las decisiones sociales, a su antojo.
De
esta manera se libraría una guerra entre mediocres, dejando los espacios de "poder"
en mano de los grupos de interés distintos a los de la sociedad.
Si
de minorías habláramos, en sus momentos los denominamos los "zapatitos
blancos" o los "cabecitas negras", en definitiva, intentamos que
la sociedad se parcialice, para que no sean mayoría.
La
idea al fin es que la política que intente representar el presente, en
concordancia de un futuro venturoso, el mismo desaparezca. Si sucede, al
desaparecer el futuro para qué, este presente.
Eso
si es muy probable que haya muchísima exclusión, cuanto menos futuro tengamos.
Si
los políticos y los comunicadores hacen desaparecer en el horizonte, el futuro
probable, el presente seguro que no tendrá sentido.
Uno
de los objetivos es manipular y si fuera necesario multiplicar los hechos, como
por ejemplo de inseguridad, con incomprensibles actos de agresividad –Arrate,
Capandegui- solo comprendido si hay exceso de drogas.
En
este escenario montado de miserias humanas, que por supuesto nos puede alcanzar
a todos o a cada uno de nosotros sin defensa posible.
El
temor es precisamente la pandemia que se pretende instalar, y ante estos nuevos
escenarios de Inseguridad, Drogas, Prostitución, Corrupción e Injusticia, se
intenta hacer desparecer los derechos y garantías de todos.
La
cultura del temor por un lado e impunidad por otro, es una cultura del "sálvese"
quien pueda.
Todos
y cada uno de nosotros comenzamos a cuidar nuestra individualidad y por ende
desaparece el ser colectivo, el ser social…
Nos
olvidamos del derecho a la Vida, el derecho a un sano Ambiente, el derecho al
Agua, a la Educación, al Trabajo, a la Vivienda, al Salario Digno…en fin a
todos los derechos habidos y por haber.
Se
deberá encontrar ante estas limitaciones, el hábito de recuperar un "futuro"
posible, real y palpable, imbuido de una vocación transformadora para poder
derribar el "statu quo"
Irremediablemente
se deberá coincidir y reunir a los integrantes de la clase política –sin
partidismo- y el de las organizaciones No Gubernamentales –ONG-, en un espacio
de consenso e idear propuestas concretas para con los ciudadanos y que entre
todos creamos un futuro verdaderamente posible.
Deberemos
hacernos cargo del individualismo corporativo existente entre nosotros y saltar
hacia un pensamiento colectivo en harás de alcanzar los objetivos de
crecimiento social y cultural de nuestra Necochea como distrito.
Deberíamos
a su vez, desterrar los mecanismo de discriminación generados por las minorías
sectarias, como son la mazonería y minorías étnicas, instaladas desde nuestra
fundación.
Finalmente
estamos persuadidos que hay que redoblar los esfuerzos, sin bajar los brazos,
para construir los espacios de consenso que tantas veces hemos referenciado.
Estamos
en condiciones de construir un sueño con futuro colectivo.
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