jueves, 29 de diciembre de 2011

La Esperanza y la Fe puesta en el 2012


Según Nietzsche la esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte y de acuerdo con Séneca una esperanza reaviva otra.

Ponernos en marcha y empujarnos a trabajar con suma fuerza, se debe al ideal que se encuentra por detrás.

La búsqueda de lograr un objetivo, de alcanzar un sueño o hacer realidad una meta, es precisamente porque tenemos la esperanza de llegar y nos obliga a que trabajemos, nos movamos y actuemos.

Cuando la vida parece detenerse, cuando todo parece terminarse. Cuando nos sentimos acorralados y el panorama se nos presenta oscuro. Nace la esperanza nuevamente como recurso final y nos permite levantar cabeza, continuar hacia salida y renovar los esfuerzos para cumplir con la meta olvidada.

Cuando nuestras fuerzas nos han abandonado y hasta la voluntad ha renunciado, vuelve ese detonante que desencadena esas ganas por luchar, el ánimo especial para afrontar las debilidades propias                  y transformarlas en un sueño posible de alcanzar.

Esa esperanza nos permite soportar los momentos de la vida donde el cuerpo y hasta el alma amenaza con dejarnos. Además permite curar nuestras heridas o calmar las angustias y poder resistir.

Según la Real Academia Española la esperanza es un estado de ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos.

Ella misma nos permite tener una expectativa firme, segura sobre nuestro futuro, cuya relación con la fe es casi cercana al deseo y a la convicción de poder alcanzar nuestra propia vida. La convicción y la certeza es la misma fe, como sustento.

Recuperar el equilibrio después de cada caída y levantarse después de cada tropezón, se debe a la perseverancia que le pongamos junto con nuestros talentos.

La fe y la esperanza es el recurso final que ponemos cuando parece que no tuviéramos ningún recurso a nuestro alcance. Renueva nuestras fuerzas y las refresca para la cotidiana jornada en que habremos de vernos la cara con sucesos nuevos y desconocidos.

La esperanza sana el alma desalentada y con seguridad será una amiga fiel que nunca nos abandonara.

¡FELIZ 2012!

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