lunes, 11 de octubre de 2010

Necochea: El Intendente (Dr. Molina) padece de síndrome de concesión compulsiva.

En Medicina, un síndrome (del griego síndrome, concurso) es un cuadro clínico o conjunto sintomático que presenta a una enfermedad con cierto significado y que por sus características posee cierta identidad; Es decir, un fruto de síntomas y signos que concurren en tiempo y forma.

En nuestro caso (el del intendente) es un posible caso de Trastorno obsesivo – compulsivo; Un ejemplo conocido de este trastorno, aunque tal vez no totalmente reflejado al tratarse de una película, es "mejor imposible" dónde Jack Nicholson hace el papel correspondiente al obsesivo-compulsivo.

Donde su "fuerza interior que determina y domina el pensamiento y la acción de una persona en contra de su voluntad. El individuo se siente coaccionado. La compulsión puede extenderse a los pensamientos y los sentimientos, a los actos y al impulso a la acción, pero solamente en el grado en que obedecen en condiciones normales a la voluntad consciente y podrían ser elegidos libremente por el yo dentro de ciertos límites. El contenido de la compulsión se caracteriza por sentirlo el sujeto como extraño a sí mismo y, de modo particular inconciliable con el ideal del yo."

Daniel, aseguran sus conocidos, tiene este síndrome muy arraigado, sobre todo en las concesiones publicas desde el inicio de su periodo como intendente de Necochea.

Si se encuentra entre la disyuntiva de perder el negocio de una nueva concesión, o quedarse definitivamente con un negocio redituable en el tiempo, inmediatamente apela al recurso de la “iniciativa privada”.

Por estas horas, que no nos sorprenda vecino, de la noticia de una iniciativa privada para la “limpieza de las calles” de nuestra ciudad.

La incertidumbre de la aceptación o no por parte del poder legislativo local (Honorable Concejo Deliberante) sobre la licitación de la recolección de la basura, por parte sus presuntos socios (la nueva conformación societaria de Servicios Ambientales Necochea S.A.); Según nuestro amigo José “Pepe” Boina Blanca “el tordo (haciendo referencia al Dr. Molina) y sus colaboradores mas inmediatos (Maciel y Diez) serían accionista de la empresa junto con un tal Fernández Candía y Guillermo Martínez”

Como siempre, el Intendente que padece el síndrome de concesión compulsiva, ordeno la confección y aceptación por parte del Ejecutivo Municipal, de una iniciativa privada.

La misma consiste en el Barrido y Limpieza del denominado “micro – centro”, que comprendería una 85 cuadras en un radio que tiene como limites las calles que van desde 53 a 67 y desde 58 a 74 aproximadamente.

Según nuestro insistente amigo José “Pepe” Boina Blanca nos aseguro que: “Daniel dio la orden que la presenten por una suma de 152.000.- pesos, pero que explicasen que sería con una maquina barredera”

“Si pueden que sea la maquina que nos entrego (aunque no sirva) Arrate y en el peor de los casos que se adquiera una con “leasing” y luego la ponemos en el paquete del Municipio”

“Lo peor del caso, es que de esta manera se perderían 10 puestos de trabajo de empleados destajista, que por el convenio que ellos tienen, pueden ser dejados cesantes sin mediar ninguna apelación”

“Lo irrisorio es que al Municipio actualmente la limpieza de ese sector se hace con 10 empleados (día por medio), que representan en salarios unos 10.000.-pesos”
“A esto se le debe agregar unas 20 escobas que salen unos 23.- pesos cada una es decir unos 460.- pesos; Mas 10 cepillos con un costo unitario de 35.- pesos cada uno, lo que hacen un total de 350.- pesos”

“A estos costos le debemos sumar unos 100 litros de Gas oil por semana, que serían (hoy a $ 3,019), unos 1.208.- pesos mas”

“Lo que harían un total de gastos, que abonamos todos los vecinos, de unos 12.018.- pesos para pasar a abonar los 152.000.- que sería la propuesta de iniciativa privada”

Si esto se comprueba, deberíamos analizarnos como sociedad si no tenemos también un “síndrome compulsivo de estupidez crónica”

O como dijo en forma jocosa José “Pepe” Boina Blanca: “Si alguna vez veo saltar por la ventana a Daniel Molina, saltare detrás de él. ¡Seguro que hay algo de dinero que ganar!”

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