miércoles, 21 de abril de 2010

Los Ex Combatientes de Malvinas eran considerados “subversivos”

Transcribimos a continuación un hecho inédito en la historia Argentina.

Ex combatientes de Malvinas figuraron hasta mediados de 1990 como «delincuentes subversivos» en documentos confidenciales del Estado y la Policía, luego de organizarse para reclamar pensiones y asistencia sanitaria al cabo de la Guerra del Atlántico Sur, según afirmó el ex soldado Gustavo Pirich en su libro sobre la contienda.

Pirich indicó que tras el conflicto armado, que se desarrolló entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, «los servicios de inteligencia» comenzaron a investigar en forma minuciosa a quienes participaban en marchas para solicitar beneficios y planes de salud.

«Yo cuando vi eso me quería morir», subrayó el ex soldado y combatiente de Malvinas, durante una entrevista con Noticias Argentinas en la que aseguró que tuvo acceso a documentación clasificada de donde extrajo información para el libro «Hojas de Ruta, de la guerra en las islas a la guerra en el continente», con prólogo de Osvaldo Bayer.

Pirich, que busca relanzar su publicación con motivo de un nuevo aniversario del inicio de la guerra, en la que murieron 649 argentinos, señaló que apenas dos meses después del final de la contienda los ex conscriptos que pedían asistencia empezaron a «aparecer en listados como delincuentes subversivos».

«Los servicios de inteligencia tenían gente infiltrada en nuestras organizaciones, iban a marchas y a las reuniones. Uno a veces veía caras que te hacía sospechar, pero se nos puso la piel de gallina cuando vimos en esos documentos que había dirigentes de nuestras organizaciones fotografiados e identificados con nombre y apellido», remarcó.

«Nos hicieron un seguimiento minucioso hasta 1995 ó 1996, es decir, en plena democracia siguieron investigando a ex combatientes de Malvinas. Es algo muy grave», agregó Pirich, integrante del Regimiento 7 de Infantería de La Plata en 1982 y miembro ahora del Movimiento 28 de Marzo.

Se trata de una fecha que recuerda «el ingreso a la Casa de Gobierno» de parte de ex conscriptos que reclamaban en 2004 un aumento en sus pensiones como Veteranos de Guerra y mayores beneficios, además de la implementación de un plan de salud nacional que ayude a prevenir suicidios.

«Cuando volvimos a Buenos Aires en 1982 los militares nos hicieron firmar una cartilla en la que se nos prohibía hablar de la guerra y pasamos de ser considerados héroes de Malvinas a delincuentes subversivos», insistió Pirich, que aclaró que la demanda de los ex soldados continúa.

«El abandono del Estado fue total desde un primer momento. Ya tuvimos alrededor de 1.200 muertos durante la posguerra, 400 de ellos por suicidios, y vamos a continuar peleando por una convocatoria de salud obligatoria (...) El Estado es plenamente responsable por las muertes que se produjeron después de la guerra», enfatizó.

Junto a otros ex soldados, Pirich -que combatió en Malvinas con apenas 19 años- reclama un resarcimiento moral e histórico por el «abandono de Estado», el cobro de pensiones no recibidas entre 1982 y 1991, más un retroactivo por el «poco dinero» que percibían de 1991 a 1994.

El ex combatiente, tomado como prisionero y luego liberado por las fuerzas británicas tras la sangrienta batalla del Monte Longdon, el 11 de junio de 1982, embistió también contra el Ministerio de Defensa nacional.

«Nos manda a juntas médicas militares en lugar de civiles. Nosotros queremos que este Gobierno cumpla con la Ley 23.109 (sobre Beneficios para Veteranos de Guerra) y que se cumpla con nuestros derechos humanos», recalcó.

«Los militares boicotearon siempre la posibilidad de tener un plan nacional de salud, porque el dinero tiene que provenir del presupuesto militar, según dice la ley. Además, nosotros fuimos siempre la basura civil para los militares, desde que entramos en la ’colimba’», afirmó.

En este sentido, agregó: «Ellos eran una clase superior. Nos basureaban durante la ’colimba’ y lo mismo sucedió en Malvinas. Después, cuando hubiéramos necesitado una mano de ellos acá, nos siguieron basureando».

Pirich ilustró su libro, publicado por la editorial Dunken, con fotografías que muestran, por ejemplo, a soldados que eran sometidos a «bailes» por parte de sus superiores en la islas momentos antes de entrar en combate.

«Yo cuando tuve que enfrentarme con los ingleses me di vuelta y no tenía jefes. Los jefes se habían ido y nos dejaron solos. En realidad, muchos jefes fueron a Malvinas a comer cordero y a nosotros nos estacaban cuando matábamos a un cordero para comer porque estábamos muertos de hambre», afirmó.

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