El Silencio de los Necochenses.

Hace tan solo unos 20 días que inauguramos la temporada de verano en la ciudad, y precisamente desde ese mismo momento, el silencio de los necochenses nos sorprende.

Una sociedad que no es capaz de emitir un sonido, ya sea de alegría o tristeza. Un grito de esperanza o un susurro de la realidad.

Solo el silencio…el sonido del viento, las palabras sin sentido, los discursos de ocasión y…ni una queja.

Los hechos…nos superan, la realidad nos golpea como las olas del mar sobre la arena.

¿Nos estaremos acostumbrando?

Quizás los problemas cotidianos de cada uno de nosotros, nos impidan ver…

¡Oíd mortales necochenses, el gritado sagrado!…

Silencio…solo la tenue brisa de algún susurro, la escollera…sin luz.

¡Oíd el ruido…de las olas del mar!

Solo los pescadores…, los veraneantes…, que solo ellos creyeron que eramos capaces…y luego el olvido.

Hermosas promesas se hicieron al aire el día de los discursos, sobre la cultura, sobre el turismo, sobre la luz permanente que los necochenses ¡por fin!, mantendríamos sobre la majestuosa oscuridad.

Como si fuéramos el único faro existente, en la obra de ingeniería más importante de nuestra historia.

Sin embargo como fiel reflejo de nuestra historia reciente…solo la penumbra.

Las sombras se han apoderado de nuestra escollera, de nuestro espíritu, del progreso.

No hay mas discursos grandilocuentes, solo….silencio.

El silencio cómplice de las autoridades, de las principales entidades…ni vale la pena nombrarlas.

El que calla… ¿otorga?

Silencio…cuando hablamos de la deuda publica.

Silencio…cuando hablamos del robo del siglo, nunca en la historia se robaron un camping,…aquí si…y mas silencio.

Silencio…las casas del barrio 6 de Quequén se hunden, y nadie sabe porque…

Silencio…la avenida 75 se inunda…no se termina…y mas silencio.

El frente costero... no existe…y mas silencio…

Los árboles del parque…desaparecen y nadie sabe porque…y mas silencio…

Los fogones frente a la Terminal…no se hicieron…y mas silencio…

La Terminal de Ómnibus…igual que siempre o… peor…y sigue el silencio…

O esa mayoría silenciosa…que somos los necochenses… ¡algún día! …harán sonar…sus voces.

Que no sea…demasiado tarde…

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