La fábula ha ingresado a los pasillos del Palacio Municipal. Hace varios días quienes inevitablemente recorrer los claustros del palacio, escuchan voces estridentes.
¡Será Verdad! El “Monje Negro” necochense, recorre los pasillos…, apesadumbrado.
Al mejor estilo de la literatura rusa, mundialmente reconocida como una de las más ricas en cuanto a la vivencia humana, parece reconocerse en nuestra ciudad.
Esta, es una literatura considerada de fondo, cuyo contenido realista y egocéntrico, detalla los argumentos psicológicos del individuo.
El cuento “El Monje Negro” de Antón Pávlovich Chéjov, parte de la proposición de que el loco genial es superior a una sociedad, por sobre el mediocre racional y sano. Precisamente el autor parte de su preferencia sobre el primero de los conceptos, el “superior” se cree mas útil, deseable y conveniente que la sociedad misma.
No creo que esto suceda en nuestra ciudad, o ¿Si?
Pero…parece que los días de permanencia en el Municipio, están contados.
Los viejos radicales, aseguran que el “Monje Negro”, fue, es y será indefectiblemente Enrique “coti” Nosiglia, como se lo conoció durante el gobierno alfonsinista, por su fantasmagórica forma de hacer política.
Nosiglia colocó aliados suyos en el Gobierno y consolidó un enorme poder, siempre lejos de los medios de comunicación, con un perfil bajísimo: pero el “local” se ha expuesto demasiado admitió, el “viejo radical”
Para agregar: “el reconocido “coti”, fue un personaje clave de la política con cuotas significativas de poder y un muy bajo nivel de exposición pública. Como un político avezado, su ambiente mas amigable es el de las sombras, para dirigir discrecionalmente determinadas acciones, por medio de emisarios u operadores”
“Pero a este “zapallo” se le escapo la tortuga,…se cree imprescindible. Se olvido que para cumplir estas funciones no basta con ser el cobrador, y traicionar hasta los amigos más íntimos. Cruzo la barrera de la ética en la política”
“La acumulación de causas, juicios y denuncias en varios ámbitos locales y nacionales, han generado un…como diaria,…un ambiente hasta donde el aire se corta con una gillette”
“Una de ellas (haciendo referencia a las denuncias) ya lleva como 200 fojas, y lo peor del caso es que… ¡se tuvo que incriminar, el idiota! Esta comprometido él y su ladero, quien era el que ponía la cara. Pero parece que todo tiene su fin…y ese momento ha llegado”
Cuando uno indefectiblemente consulta de quien están hablando, el silencio es la única respuesta. Salvo algún que otro operador político del “riñón” del Intendente Molina, admite en voz baja “presta atención que en las próximas horas, un alto funcionario de Obras Públicas renunciará al cargo”
¡Yo no lo puedo creer!, ¿Será el conocido Arquitecto…….?
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