El pecado de ser necochense

Desde el mes de Julio del 2009, inexplicablemente la Venta Ambulante en nuestras playas era un secreto de “estado”

Según las versiones recabadas, “alguien” en el Ejecutivo Municipal insistía para que la iniciativa privada no fuera tratada.

Nuestro amigo José “pepe” Boina Blanca, aseveraba que en algún cajón de la Secretaría de Gobierno, el mismo estaba durmiendo.

“Era imposible que fuera tratado antes del inicio de la temporada, había interesados en presentarse en dicha licitación, pero debían conseguir los fondos suficientes, para que ello ocurriera”

“Según lo que pude averiguar, el que se estaba preparando era el conocido tuyo, mas conocido como el “rafa” (¿sería Rafael Mújica Lázaro?)” acoto José “pepe” Boina Blanca.

“Una vez comenzada la temporada no les quedo mas remedio a los funcionarios de Gobierno, que admitir que existía una propuesta privada para la licitación de la venta ambulante, e inmediatamente le dieron curso a la Dirección General de Control y Gestión de Concesiones”

Y así sucedió efectivamente, salio a la venta el pliego de bases y condiciones por un valor de pesos un mil, y fecha de apertura el 11 de Febrero del 2010.

Ese mismo día se presentaron dos oferentes, uno a nombre de Venplay S.A. en formación, quien resulto ser denominado oferente Nº 1; Y el segundo oferente resulto ser el Sr. Martín Orlando.

El día 23 de Febrero ante la presencia de los oferentes y de la prensa, se supo – para sorpresa de muchos – que las propuestas eran rechazadas por la comisión evaluadora; En buen romance, la licitación quedaba desierta.

Por las razones – ciertas o no – expuestas por la comisión y las impugnaciones realizadas por los oferentes, se decidió “salomonicamente” declarar desierta la licitación publica cuando dos inversores necochenses, apostando a la ciudad, se presentaron de buena fe.

Las versiones en los pasillos del Municipio fueron acertados, cuando 24 horas antes se sabia que ninguna de las dos empresas debían pasar a la apertura del sobre Nº 2, donde los inversores realizaban las propuestas – beneficiosas por cierto – para la comunidad de Necochea.

Se busco como pretexto, que al Oferente Nº 1, le faltaba el certificado fiscal para contratar; A su vez al oferente Nº 2, se le argumento que no contaba con el capital suficiente, según lo dispuesto en el pliego de bases y condiciones.

Pero ahí no estaba el problema de fondo, se supo a posteriori, que “alguien” muy molesto por no haber podido presentarse, exigía de muy mala manera, que quedara desierta la licitación.

Esta situación produjo que dos funcionarios con sentido común, desoyeran a los mal intencionados, y lo expresaran en el acta correspondiente; Además genero la no asistencia desde ese momento de la Concejal Ana Asa, quien fue reemplazada por el Concejal Gonzalo Diez.

A esta altura de los acontecimientos, las impugnaciones presentadas por ambos oferentes, seguían su curso; Sobre todo el del oferente Nº 2 quien solicito “a los efectos de no recaer en un estado de ilegalidad, se rectifique el acta de fecha 23 de Febrero, y se dicte una nueva resolución rechazándose la oferta de Venplay S.A.”

Dentro de uno de los considerando la misma expresa: “el 25 de Febrero recién pude tomar vista del expediente, dado que el día 24 la Dirección no atendió al público porque se estaba mudando (¿?)”

“Mayor fue mi sorpresa cuando observe que la certificación mencionada, que supuestamente acreditaba el levantamiento de la inhibición era un simple oficio de la AFIP”

A pesar de las informaciones recabadas, no se dio a lugar a las impugnaciones a dicho oferente y el día lunes 1 de Marzo, se procedió a la apertura del sobre Nº 2 de la empresa Venplay S.A., que aún se encuentra en período de evaluación.

¿Tendremos resoluciones claras en las licitaciones públicas hechas en el período de gestión, de la mala administración del Dr. Molina?

Lo único que nos queda en claro, es que no ser necochense trae ventajas, como lo sucedido con la conocida Punto Playa S.R.L, y el defalco que realizo al Municipio al no abonar nunca los canon de la venta ambulante por un valor superior a los 80 mil pesos.

Esta por demás probado el problema es “el pecado de ser necochense”

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