A esta altura debemos introducirnos
al –modesto- análisis, estrictamente económico.
Durante muchos años se han aprobado
ordenanzas que asignan recursos a diferentes actividades sin crear, en muchas
ocasiones, el financiamiento o definir uno menor al necesario. Además muchos de
estos gastos crecen con el tiempo.
Infinidad de teorías macro y microeconómicas
insisten con el fenómeno de las inflexibilidades. Dichas expresiones indican
que precisamente la inflexibilidad de los gastos e ingresos comprometen la
capacidad de los Municipios, para llevar a cabo los planes de gobierno y por
ende definir las prioridades de gastos y asignar los recursos de acuerdo a
dichas prioridades.
Así mismo, las inflexibilidades
presupuestarias comprometen la estabilidad tanto económica como financiera,
presionando hacia el futuro con un mayor endeudamiento público.
Ejemplos sobran, para ello con solo
analizar el incremento de los ingresos municipales por la co-participación provincial,
nos da un claro ejemplo de lo sucedido.
Si tomamos que en el año 2003
nuestro municipio recibió 14.452.000 pesos, y el año 2011, por el mismo concepto
fueron 96.092.000 pesos. Indican un aumento del 564 % del aumento de la co-participación.
En el mismo periodo los gastos
crecieron aún más, teniendo en cuenta que la comuna tiene un déficit de más de
60.000.000 de pesos.
Bajo ciertas circunstancias, es
posible que las inflexibilidades de los gastos e ingresos puedan considerarse
como de un aspecto deseable.
Estos fondos debieran, al menos,
producir completos informes anuales (información pública) sobre el uso de sus
recursos, de tal forma que paulatinamente puedan ser sometidos a evaluación del
ejecutivo y el legislativo.
Claro que para ello, los ciudadanos deberíamos
tener acceso a la información pública, sin restricciones. De esta forma podríamos
saber a ciencia cierta si los gastos se efectúan en forma eficiente, en relación
a los ingresos y sobre todo al destino de los mismos.
Todos estos análisis y discusiones
ratifican que la inflexibilidad del presupuesto es un problema común en los municipios
de la Provincia de Buenos Aires
Se espera que por esta discusión se contribuya
a la necesidad de tomar atención en el manejo de las finanzas públicas y
coadyuve a promover la gestión y transparencia de la política pública y la
efectividad en el desarrollo económico local.
Para que ello suceda deberíamos contar
– los ciudadanos – con un inventario donde se deberían incluir con una
descripción de los bienes de capital con que cuenta nuestra comuna.
El mismo debería contener desde la
ubicación del activo, finalidad o utilización del bien, cuando el activo fue
adquirido o construido, la vida esperada del activo, una descripción y la fecha
de las reformas importantes, y una descripción de la condición actual del mismo.
La descripción debe incluir una
explicación de las reformas o mejoras que se requerirán durante el período, y
el año en que debe ser el activo sustituido.
Por qué decimos esto, es
precisamente porque aun hoy después de más de 80 días de gestión municipal, no
sabemos si será o no aprobada la emergencia económica, ambiental y sanitaria.
Sin introducirnos a la discusión política,
deberíamos como habitantes de este distrito saber, si alcanza el presupuesto
para solucionar los años de des-capitalización de los bienes públicos.
Saber si contaremos con una buena
salud publica acorde con los requerimientos de calidad de vida que nos
merecemos. Y no como sucede actualmente donde para poder operarse en nuestros
hospitales públicos deberemos pasar más de un mes de espera.
Si la provisión de agua potable será
uniforme durante todo el año y si su calidad es la recomendada.
Si la contaminación del Rio Quequen
o del frente costero por arrojar los desechos cloacales sin tratamiento será eterna
o tendremos posibilidades de que se soluciones en el corto plazo.
Si la contaminación ambiental seguirá
sin solución alguna, por arrojar la basura a cielo abierto, sin tratamiento
alguno, contaminando el aire y las napas friáticas y por ende afectando el agua
para consumo humano.
Si deberemos seguir emparchando la
red de asfalto obsoleto en nuestra ciudad como la de Quequen, y retrasando la
posibilidad de nuevas cuadras de asfalto.
Si deberemos seguir mal gastando los
fondos públicos, con tal de defender a los proveedores que sin escrúpulos
sobrefacturaban al estado perjudicando a ¨Juan Pueblo¨, quien es el que paga las
tasas y contribuciones.
Si debemos seguir subsidiando a los
que más tienen, porque solo el 45 % de los ciudadanos pagan sus impuestos.
Si debemos aceptar como dice el Cdor.
Osvaldo del Barba en su blog: ¨la prescripción de los tributos Municipales
opera a los cinco (5) años, de manera que, si suponemos que ese monto de deuda
por tributos se generó de una manera lineal, podemos deducir que, anualmente
prescribe una quinta parte de ese monto, es decir $ 8.000.000.- Este monto
representa un 6,4 % del presupuesto anual del Municipio de Necochea.- Para ser
más claro, es lo mismo decir que la comunidad de Necochea a través de sus
buenos contribuyentes les REGALA a los evasores anualmente $ 8.000.000 ya que
eso nunca lo pagarán porque el recaudador no puede ir más allá de cinco años
hacia atrás.- Pierde el Municipio un 6,4 % del presupuesto por año, por su
propia ineficiencia¨
Si debemos seguir aceptando la miopía
política de algunos y por ende aceptar la mala calidad de vida de todos.
1 comentarios:
la contaminación del Rio Quequén ¿y los agroquímicos? de eso no se habla!!!!!
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