martes, 2 de septiembre de 2008

EL FINAL DEL INTENDENTE.

Ya todo es cuestión de tiempo, no te puedo decir la hora ni el día, pero no falta tanto.
El sonido inconfundible del helicóptero sobre volando la ciudad, lo escucho todas las mañanas.
En la mesa del café, cuando las señoras hacen las compras en el súper, en la cola de los bancos, solo falta definir cuando será.
Me contó la vecina en la peluquería que ella querida, renovó el pasaporte, ¿a donde irán?
Hasta los amigos, si los tuvo, esperan la noticia del día, tienen preparado la agenda telefónica de los íntimos, para comenzar con las llamadas, apenas tengan certeza.
Seguro que no volverán a sus lugares de trabajo, no le quedan muchas posibilidades, aunque el departamento en Buenos Aires ya esta preparado, allí nadie los conoce.
Los contactos han sido varios pero la respuesta siempre fue la misma, no cuentes conmigo.
Varios están apurando los tramites, vuelven a ser los pedidos, que las firmas estén correcta y tienen la esperanza, en muchos casos otros las dudas.
Esperan que su factura quede en el Municipio, si se va ¡espero cobrar lo mismo!
Sabes porque no esta todos los días en su despacho, es que son innumerables los que exclaman lo mismo, “jefe, avíseme por favor”
“Tengo los nervios de punta”, decía una conocida funcionaria, siempre esta por firmar esa orden pero ¡la misma no aparece!
Estos relatos, considérelos ciertos, me decía nuestro amigo que trabaja en el palacio municipal, “Juan cuadro”, todo esto lo escucho tanto en mi lugar de trabajo como en la calle.
En la jornada del lunes por la mañana, la cara del que te dije no era la mejor, inmediatamente hizo llamar a una funcionaria, pero como no la conozco no se quien es, pero por lo que se escuchaba ¡no eran muy amigos!
¿Habrá sido la Doctora Ozon?, porque después que esta señora salio del despacho, inmediatamente apareció el Secretario de Gobierno, el de los seguros, y todo fue de mal en peor.
Corridas para realizar declaraciones de prensa, llamados incesantes a varios amigos bueno, aunque por las exclamaciones no tan amigos, ¡quiero hablar con ese periodista!
Esta no quiere realizar la conferencia de prensa que le pedí, tenes que salir vos a los medios y en especial al diario, ¡no pierdas tiempo!
¡Trata por todos los medios que nada de esto se haga publico!, pero cálmate “dany”, tampoco podes agredir a todo el mundo, se escucho por el teléfono descolgado en el despacho.
Avisale al “tordo”, que salga urgente a solucionar el tema de los colegas y al personal que junto con los sueldos se pagan las horas extras, ¡carajo!
Nerviosismo, mucho nerviosismo tuvimos que aguantar en la mañana del lunes, aquí, vos ya sabes donde trabajo, me admitió “Juan cuadro”
Puedo asegurar que nuestro amigo no es de exagerar, habrá agregado algunos matices en cuanto a las charlas, habrá obviado los epítetos que escucho, pero con certeza esto es así, el día a día en las inmediaciones del despacho del Intendente Municipal del Dr. Daniel Molina.
Son varios los motivos pero solo uno demuestra que la situación es insostenible, la falta de fondos, los despilfarros de la campaña electoral, la ineficiencia en la administración.
Es la hora que los ciudadanos del Partido de Necochea nos demos cuenta o nos pongamos a pensar como será el día después.
Falta poco tiempo, pero sinceramente las cartas ya están echadas, hay que comenzar a transitar el periodo de transición, y como haremos para que la ciudad no se caiga.

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