En la nota anterior, hacíamos mención entre las inversiones en los puertos de Bahía Blanca y Quequen.
Se aprecia en la misma las diferencias circunstanciales en cada uno de ellos.
Mientras que los anuncios del Puerto Quequen nos demostraría una contradicción entre los mismos y la realidad.
Construiríamos una gran obra para la inexistente flota pesquera de costa, o conocida como lanchas amarillas, que actualmente serán 12 las que quedaron.
Tendremos un gran MONUMENTO, PERO SIN HÉROES.
Parecería que a nadie le importo en los últimos años la importancia de dejar que se vaya capacidad de producción, fuentes de trabajo y servicios que se prestan a toda esta actividad.
Sin embargo todos escuchamos y solo atinamos a sonreírnos.
Cada una de las lanchas da en forma directa 5 puestos de trabajo. Por cada marea o si quiere usted decirlo de otra manera, por cada salida, una producción de 150 cajones aproximadamente.
Si tomáramos la producción vendida en forma mensual, nos daría un monto aproximado de 50 mil pesos mensuales. En forma anualizada representa la módica suma de 600 mil pesos anuales por cada lancha.
Si como decíamos ya en los últimos seis años se fueron unas 14 lanchas el monto de facturación que hemos perdido representa 8,4 millones, repito perdidos.
Se produjo una merma circunstancial en el movimiento portuario y de servicios ya no prestados como cargadores, venta de hielo, camiones en concepto de fletes, no empleo de estibadores, menos venta de gas-oil, compra de repuestos, ferretería naval, etc.
Pero se haría el gran monumento que llevaría 18 meses de de construcción y algo así como una inversión de 20 millones de pesos.
En Bahía Blanca, tanto la sociedad como la justicia discuten sobre inversiones ya hechas.
El tema de estos días es la llegada del buque “Excelsior” que transportaría 140 mil cúbicos de Gas Natural Licuado (GNL).
Esto se puede comprobar en las ediciones del diario La nueva Provincia, en sus artículos de los días 23 y 24 de Mayo.
El GNL es gas natural que ha sido enfriado hasta el punto de condensarse y transformarse en liquido a una temperatura de aproximadamente 161° C bajo cero. Este proceso permite reducir su volumen en aproximadamente 600 veces facilitando su almacenaje en grandes cantidades y volviéndolo mas apropiado para su transporte en barcos denominados metaneros.
Para darnos cuenta de la magnitud, estos barcos poseen un tamaño similar al de un portaviones, con 277 metros de longitud, 43 metros de manga, 138 mil metros cúbicos de almacenamiento, 11,5 metros de calado y 100 mil toneladas de desplazamiento.
La carga equivale a 80 millones de metros cúbicos de gas natural, lo que seria el consumo total de dos días durante el invierno, de la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.
La magnitud de la obra en los muelles de la compañía MEGA ya está en el Polo Petroquímico de Bahía Blanca.
Nosotros seguimos buscando los héroes, perdón los monumentos.
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