Cuando la marcha multitudinaria, por la seguridad, arribo a las puertas del Palacio Municipal, sorpresa fue ver como el pertrechado Intendente, no solo no acompaño la misma, sino que había dado precisas instrucciones de quienes podían entrar o no.
Cubierto por doce policías uniformados en la puerta, y rodeado de la horda de funcionarios, aunque llamativas ausencias se notaban entre los mismos.
Casi la totalidad de los concejales del oficialismo le hacían custodia, por valla a saber que tipo de temores tendrían, encerrados en el despacho privado del Dr. Molina.
Caras serias, gestos adustos, miradas cómplices, y sentados estratégicamente, mirando todo lo que sucedía, rodeados de un aro de temor.
Clima enrarecido, ni una sonrisa, advertencia a los oficiales uniformados de acompañar tan solo a un grupo de comerciantes y vecinos que solo entregaban un petitorio por Justicia, Paz y Seguridad.
Afuera una multitud de ciudadanos tras recorrer 18 cuadras del centro de la ciudad de Necochea, estimaciones de los medios periodísticos, que van de 5000 hasta 7000 personas.
Ha esto, le debemos agregar los comerciantes y vecinos que cerraron sus negocios al paso de la marcha, a pesar de permanecer dentro de los mismos, una demostración mas de la inseguridad, que vive el pueblo.
Todos esperaban ser recibidos en la puerta del palacio por el Intendente y como siempre falto a la cita.
Sus palabras, pocas por cierto y en forma reiterada decir lo que no hay que decir, discurso falto de soluciones.
Lo rescatable del mismo: “en primer eh… lugar recibo el petitorio y… quiero decirle que nuestro rol lo asumimos, con la responsabilidad que demanda, este tema que es un tema fundamental para la vida de Necochea”.
“Y... entendemos que estamos viviendo momentos difíciles, la seguridad un tema del momento de gran inseguridad y… que ameritan justamente que esta petición que ustedes hacen, eh… se lleve adelante, tenemos que trabajar desde el municipio, como poder político representante con la justicia y la policía, y… no voy hacer un discurso...”
Imaginen vecinos que tan solo estas pocas palabras sin sentido, son las rescatables, como podrán darse cuenta, como siempre, nada dijo.
Lo único que quedara en la mente y oídos del Intendente, son lo abucheos, e insultos ocasionados cuando salio a la calle, no volvió a decir nada y se retiro a su despacho.
¡Hable al pueblo, Molina cagón!, fue uno de los mas reproducibles epítetos que recibió nuestro Intendente, bueno en realidad el elegido de cada vez menos ciudadanos de Necochea.
Ayer quedo demostrado de lo que decimos desde el 29 de Octubre del 2007, yo no lo vote, ¿y usted?
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