Frente a un año que se ha presentado con muchas dificultades desde el plano económico, con un escenario diferente respecto de lo que veníamos teniendo en los anteriores, no observamos que nadie en la ciudad esté planificando la próxima temporada, o bien haciendo un diagnóstico de los hechos actuales que permitan una proyección de las acciones futuras.-
Planificar es una de las tareas que en economía debe realizarse de manera sistemática para anticiparse a los acontecimientos, estar mejor preparados para enfrentar el futuro y de esta manera minimizar los riesgos que las sorpresas generan.-Planificar no es hacer futurología, sino elaborar un criterio de la tendencia esperada en base a los datos concretos con que se cuentan hoy, los que deberán ir observándose cronológicamente puesto que sus cambios también son susceptibles de modificar las conclusiones.-
De lo dicho surge que la planificación es una aproximación a lo que puede ocurrir, fundado en un análisis efectuado con rigor científico, que si bien es una medida imperfecta, siempre es algo, comparado con no tener nada.-No vemos este tipo de trabajos en la ciudad desde ninguno de los sectores involucrados, que en mi entender, es la ciudad toda a través de sus Instituciones tanto públicas como privadas, debido a la incidencia que la actividad turística tiene sobre toda la comunidad.-
Sería muy saludable despertar esta práctica, por eso en este sentido me voy a animar a hacer un diagnóstico de los datos que tenemos y lo que podemos esperar que ocurra (proyección) sobre la base de esa información con que hoy contamos .- Estas dificultades de un invierno difícil, cargado de problemas económicos y de salud, hace que la gente esté esperando mas que nunca sus vacaciones, por ello como base de mi análisis, consideraré que nuestros visitantes redoblaran sus esfuerzos por vacacionar.- Seguramente los plazos de vacaciones serán individualmente mas cortos, lo que anticipa una gran movilidad y recambios en periodos mas breves.-
Lamentablemente, a pesar de otros escritos anteriores de los que nadie se hace cargo, seguimos sin mejorar nuestra oferta.- Necochea no tiene una oferta turística a la altura de sus condiciones naturales.- El desarrollo requiere de inversión, la inversión no existe, o es de una magnitud muy reducida.- Aquí hablo del sector privado y también del publico que cuenta con un presupuesto para el área de turismo que es irrisorio.- Es, a mi juicio, este el aspecto que mas a pesado en haber relegado sistemáticamente a nuestra ciudad en las opciones turísticas de verano, año tras año.-
Pero no siempre tener una buena oferta depende de inversiones económicas sustanciales, muchas veces es la actitud la que modifica esta situación.- Podemos usar a la limpieza como ejemplo.- Limpiar la ciudad es una tarea costosa, pero no es costoso no ensuciarla.- Nadie debe limpiar lo que no está sucio.- No se ven campañas de concientización acerca de la limpieza no se ven sanciones a quienes ensucian indiscriminadamente.- Una buena oferta no puede presentar una esquina de Avda. 2 y 83 como un gran basural temporario, cuando es el epicentro turístico de la ciudad, por ejemplo.-Una buena oferta implica ver propiedades con jardines cuidados y coloridos, frentes pintados y en general estéticamente agradables.- No se ven acciones que induzcan a los propietarios a mejorar su estética.-
Una buena oferta es que todos y cada uno de los habitantes del distrito seamos anfitriones del turista y estemos preparados para orientarlos, aconsejarlo y hasta proponerle paseos y entretenimientos.- Tampoco se ven acciones de concientización y orientación del anfitrión.- En general entiendo, que cada uno de los habitantes del distrito, deben ser actores que movilicen la oferta, la mejoren en su parte correspondiente y también sean custodios del mantenimiento de la misma en el tiempo y de su mejora continua.- No observo hoy esta conciencia ciudadana, ni tampoco acciones que la generen en el futuro.-
Una buena oferta también debe estar correctamente direccionada.- Los esfuerzos de promoción se desvanecen apuntando a sectores geográficos que no son hoy, nuestros visitantes mas posibles.- Se sigue pensando en la Capital Federal como gran mercado aportante de turistas, quizás porque históricamente si lo fue, cuando el desarrollo de las playas atlánticas del norte aún eran incipientes.- Justamente ese desarrollo modificó la elección de los porteños y nosotros no hemos tenido los reflejos para modificar el direccionamiento de nuestra oferta hacia mercados mas cercanos, de mejor poder adquisitivo, y con menos competencia.- Si hacemos eje en Necochea en un radio de 300 kms. existe un mercado muy importante tanto cuantitativa como cualitativamente que no hemos “seducido” por campañas promociónales y han accedido a la ciudad solo por iniciativa propia.- Lo mismo podríamos decir del Oeste del país, Alto Valle del Río Negro y Región de Cuyo, entre otros ejemplos.- Analizar la demanda, su elasticidad y su captación es una tarea que nunca fue hecha por economistas o expertos en el manejo económico del tema.- Esta temporada estamos a tiempo aún de hacer algo o mucho en este sentido.-
Nuestra ciudad, como toda la costa Atlántica cuenta con una competencia expectante de las playas del Brasil, por lo tanto debiéramos echar una mirada al Real.- Contrariamente a lo que ocurrió en la temporada anterior donde el Real venia depreciándose respecto del peso, hoy esta en una franca recuperación, apreciándose respecto del dólar y por carácter transitivo mas aún respecto del peso que, por el contrario y debido a su proceso inflacionario (oculto por el indec) sigue depreciándose respecto del dólar.- Esta situación encarece para nuestros compatriotas sus vacaciones en Brasil y comparativamente pone a la costa Atlántica, mejor posicionada desde el punto de vista económico.- La reflexión de este punto es que puede mejorar el nivel económico de algunos de nuestros visitantes acostumbrados a vacacionar en el exterior y es un dato que deberán tener en cuenta los prestadores de servicios turísticos, dado que la exigencia de calidad va a ser superior, seguramente.-¿Estamos preparados?.-
Creo que todos sabemos que el escenario veraniego tendrá la característica de ser mucho menos líquido que el anterior, en otras palabras la gente tendrá menos dinero producto del encarecimiento de todos los bienes y servicios incluidas las tarifas, y de la retracción de la demanda global que ha hecho que el nivel de actividad económica haya bajado sustancialmente desmonetizando la economía.- Pero acá es donde no debemos caer en el pesimismo ya que hay medidas para enfrentar esta falta de liquidez.- El aspecto financiero será la clave del éxito o fracaso de la próxima temporada, bien manejado será un gran atenuante de la crisis económica en la que estamos inmersos.- A continuación algunas consideraciones.-
Todos sabemos que el dinero vale en función del tiempo, por lo tanto lo que tenemos que hacer es ver de que manera suplimos la falta de dinero por mayores plazos.- ¿Qué pasaría si toda la ciudad (a través de sus entes mas representativos) hiciese un convenio con las Entidades emisoras de tarjetas de crédito para lograr una mayor financiación de los consumos locales? Conseguir dos o tres cuotas mas y a cambio de ello comprometernos a bancarizar (el conjunto de los operadores) nuestras operaciones por intermedio de los bancos emisores de esas tarjetas? para dar una reciprocidad a lo conseguido.- Es un mero ejemplo de las acciones comerciales que pueden proponerse con los sectores financieros, pero que seguramente habrá muchos mas, ya que los bancos están muy líquidos.-
Todos los operadores debieran trabajar con su cash flow (flujo de fondos) de manera de saber concretamente cuando necesitarán el dinero y de esa manera ellos mismo, con una buena elaboración podrán generan financiaciones con el solo trabajo de enfrentar cobros con pagos.- El cliente podrá lograr mas plazos que suplirán su menor disponibilidad o liquidez.- En una temporada no todos los gastos se deben afrontar al contado, solo hay que tener la habilidad de guiarse por un flujo de caja, para “hermanar” ingresos y egresos.-
Trabajar en costos, conocer los costos fijos y variables de cada operador por pequeño que sea y ver en esa combinatoria como pueden optimizarse, logrando escalas de explotación adecuadas, evitando los sobredimensionamientos como también las pequeñas escalas antieconómicas logrando así precios menores y razonables márgenes de utilidad.- Esto es, comenzar a ver cada emprendimiento (aún los mas pequeños) como empresas que son y aplicar las herramientas que requieren el manejo de las mismas. Tampoco debemos soslayar la particular crisis que atraviesa el sector agropecuario cuya influencia zonal es altamente significativa.- Tener un panorama del origen de la demanda de cada prestador turístico, ayudará a no cometer errores.- En estos momentos conocer ese origen junto a las características de los demandantes, nos permitirá elaborar nuestra curva de demanda y conocer su elasticidad para poder presentar una oferta acorde a la misma.- Por ahí esto suena muy técnico o para grandes empresas, ni una cosa ni la otra, soliciten apoyo a sus asesores (contadores básicamente) que les explicarán muy fácilmente de que se trata y verán rápidamente, como les clarifica el panorama.-
Los puntos anteriores seguramente nos permitirán hacer una análisis y una proyección de lo que puede ocurrir en la próxima temporada de verano.- En el diagnóstico vemos que existen situaciones nuevas, producto de las coyunturas económicas, pero también hay cuestiones no resueltas que vienen desde mucho tiempo atrás.- Para estas últimas hay herramientas a nuestro alcance que permitirían modificarlas y adecuarlas solo si las tomamos como una “cuestión de Estado” que trascienda los gobiernos de turno y genere una conciencia comunitaria que se traduzca en acciones concretas en beneficio de todos.- No parece una tarea tan difícil, sin embargo ha sido hasta hoy imposible.- En cuanto a las situaciones coyunturales de la economía que heredamos, también hay acciones que nos permiten adaptarnos a las condiciones del mercado, pero todo ello requiere de un análisis permanente y una observación concomitante de lo que está ocurriendo.- En otro artículo referido a la recesión mundial, sugerimos la creación de un observatorio de crisis que permita informar a la comunidad del estado de la misma a nivel local y su verdadera incidencia para que se pueda hacer un diagnóstico y una proyección como la que proponemos.- Seguramente no ha sido un buen consejo el nuestro.- Lamentablemente son muchas las falencias para una temporada inminente, con características particulares y, como siempre, encontrará a la ciudad desprevenida, carente de cualquier planificación y continuando con su política de resolver los problemas por ensayo y error.- Si la temporada fracasa será muy simple encontrar un responsable en la falta de control de la Reserva Federal sobre los activos financieros de los bancos Norteamericanos y las hipotecas "sub prime".-
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