Cuando éramos jóvenes, aprendimos a jugar al ajedrez, lo dificultoso del juego no es el juego en si, si no el valor estratégico, adelantarse a las jugadas, pensar.
Parece que el Dr. Molina aprendió a jugar muy mal al ajedrez, porque cuando debe hacer cambios en el ejecutivo municipal, se les cambian los valores de las piezas, no es torre por torre, o dama por dama, etc.
Además para colmo si estas acostumbrado a lo forma de anotar antigua es muy difícil, analizar o copiar una partida con dicha anotación, lo errores se notan.
Para colmo, los que estamos mirando la partida, parece que lo ponemos nervioso, es mas nosotros nos adelantamos a las jugadas, no hay peor error en este juego que se anticipen a tu propia jugada.
Pero como en nuestro caso, seguimos acertando con lo que sucede en esta partida, agregamos una mas.
Dijimos que los cambios en el ejecutivo son por las mejores “damas”, se van y se fueron no más.
Perder dos piezas claves en el ejecutivo (hasta acertamos los motivos), no es un tema menor y sobre todo cuando hay que buscar reemplazante, por alguien que cumpla con creces sus funciones.
Pero el señor Intendente se anoto en las clases de ajedrez en el comedor “conciencia por la vida”, el único lugar que ayuda su “amigo” perico.
Pero, la decisión ya esta tomada, enroqué no es, pero se viene la jugada ¿MAESTRA?
Apelando a su propia estrategia de poner al frente del Parque Miguel Lillo a un Veterinario, o al frente del Hospital Ferreyra a un Bioquímico, pues ahora, al frente de Desarrollo Social a una Odontóloga.
Pero en el Concejo Deliberante, ahí si, hay enroqué, Odontóloga por Odontólogo.
Nos dejo, con la boca abierta.
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